El pasado 10 de diciembre, el Consejo de Ministros aprobaba el proyecto de Ley de startups. Su objetivo no es otro que el de atraer talento e inversión a nuestro país, especialmente para empresas de base tecnológica y con rápido crecimiento. Hoy en el blog de Andrés Jiménez analizamos las cuestiones más importantes sobre esta nueva Ley de Startups.

Propuestas de la nueva Ley de Startups

La nueva Ley de Startups incluye una serie de novedades que pretenden que los emprendedores elijan nuestro país para sus proyectos empresariales.

De hecho, cuenta con cambios y mejoras respecto al anteproyecto de ley, redactado unos meses atrás.

Certificación de Startup y trámites burocráticos

ENISA será la entidad que decida qué candidatos tienen la condición de startup, incluyendo a empresas de nueva creación, pero también a los emprendedores en serie.

Es decir, los que han creado varias empresas, pueden cogerse hasta tres veces a esta nueva ley de startups.

En referencia a los inversores no residentes en España, podrán registrar su startup presentando el NIF o Número de Identificación Fiscal. Se incorpora, por otra parte, un visado especial de hasta cinco para nómadas digitales y sus familiares.

Por otro lado, el registro de startups podrá hacerse digitalmente, acortando los plazos de manera considerable. Ahora, pueden acreditarse en un plazo que va desde las seis horas hasta los cinco días, siguiendo los estatutos tipo o utilizando unos personalizados.

También se exime la obligación de cotizar a la Seguridad Social como autónomo para aquellas personas que mientras crean una startup trabajan por cuenta ajena.

Deducciones fiscales

Durante los cuatro primeros ejercicios, se reduce el tipo impositivo desde el 25 al 15% en el Impuesto de Sociedades.

También se incluye la posibilidad de aplazar el pago de otra serie de impuestos durante dos ejercicios.

Por otro lado, contarán con una deducción por inversión del 50% durante los primeros cinco años. El plazo se amplía a siete años en el caso de sectores estratégicos como el energético, biotecnológico o industrial.

Además, pasan de 60.000 a 100.000 los euros inicialmente invertidos que quedan libres de impuestos.

En cuanto al límite de stock options libres de impuestos, pasan de 12.500 a 50.000 €. Este tipo de acciones deberán devengarse en el momento de su liquidación.

Finalmente, se plantea la puesta en marcha de sandbox regulatorios. Es decir, entornos regulados que permiten probar las novedades del sector, un sistema implantado con éxito en otros sectores.

Se espera que estas medidas estén perfectamente implementadas en los próximos meses.